Los pies de la bailarina se realizó en la Sede Central del Instituto Cervantes de Madrid con motivo de la exposición El Oriente de Severo Sarduy. Sobre una plataforma de madera negra espolvoreada de harina de arroz (kolam) la bailarina india Sharmini Tharmaratnam ejecuta una danza kattak en la que deja impresas las huellas de sus pies: el Instante que nunca se volverá a repetir de aquella manera.
Los días siguientes la pieza se encarga de fijar el recuerdo utilizando tres registros que ocupan el tiempo de manera diferente: el tiempo congelado en el dibujo dejado por las huellas de sus pies en el suelo, el tiempo real en la música de la actuación que suena cada día y el tiempo interminable, en las pantallas que reproducen un giro ralentizado de sus pies bailando, El mito del recuerdo, su deformación, se expresa así en esta metáfora temporal que el espectador puede contemplar desde tres lecturas complementarias.