En estas obras, la figura humana aparece como un arabesco más que acompaña caligrafías de otras culturas. Expresiones que se asoman al espectador como gestos sugerentes conformando, en su conjunto, un carnaval del mundo. Una polifonía de actitudes para ser contemplada. Cada cuadro deja de ser un objeto aislado para formar parte de un conjunto escritural próximo a los capítulos de una novela o a los poemas de un poemario. Figuras, adornos, manchas… se unen en una apariencia armónica para terminar por construir un lenguaje propio.
Salto 1, técnica mixta sobre lienzo, 162 x 130 cm., 2009.