La obra ha sido pensada y diseñada para el espacio Jan Asaad Basha de Damasco, Siria, un antiguo mercado otomano del siglo XVIII convertido, en la actualidad, en centro cultural. Voces de basalto negro propone una reflexión, con la belleza de la mirada y el poder de la palabra en el poema, frente a la sinrazón que prevalece en la práctica diaria de los pueblos. Busca en la belleza una actitud del visitante contra posturas belicosas y, por tanto, irracionales. La estética y el arte actúan aquí como herramientas de diálogo y de comprensión. En todo caso, propone, en el conflicto de la palabra; la diferencia reflejada en la voz del poeta. La obra establece un diálogo armónico con todo el edificio y los poemas crean una metáfora entre el ruido y el disfrute, metáfora que se puede extender a las formas y las diferencias entre el oír y el escuchar.
Es una intervención concebida para el espacio Jan Asaad Basha de Damasco, una antigua residencia de comerciantes construida, en pleno esplendor del Imperio Otomano (siglo XVIII), en el corazón de uno de los zocos más grandes del mundo. Ocupó los dos espacios de la vieja residencia restaurada y convertida, en la actualidad, en Centro Cultural.
Más de setenta alumnos de la Facultades de Bellas Artes de las Universidades de Granada (España) y de Damasco (Siria) participaron en la realización de esta pieza.